miércoles, 17 de noviembre de 2010

El USB es un símbolo de Satán

Lo dice una Iglesia evangélica de Brasil, que prohibió a sus fieles usar estos dispositivos. Enterate por qué.


Una iglesia evangélica de San Pablo, en Brasil, prohibió a los fieles la utilización de cualquier dispositivo de USB por su simbología "diabólica".

Como es un tridente, quienes usan esa tecnología son “adoradores de Satán”.

"El tridente es usado para torturar almas que van al infierno; usar esa tecnología es adorar a Satanás", explicó Welder Saldanha, líder espiritual de la Iglesia evangélica "Paz do Senhor Amado".

Los fieles deben abstenerse de usar cualquier dispositivo USB porque cometen un pecado mortal.

Lo que sí se permite es el uso del Bluetooth, porque "azul era el color de ojos de Jesucristo", según Saldanha.

Ahora los fieles esperan otra lista de lo que no pueden usar: por precaución están tirando sus tenedores de tres puntas, rastrillos para barrer pasto, rastrillos de chicos para jugar en la playa y cualquier cosa que se parezca al elemento de tortura usado en el Averno.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Cura flogger se acerca a los jóvenes con misas "bolicheras"


En la ciudad de Avellaneda, en Santa Fe, lo conocen como el "cura cheto". Organiza misas con bolas de espejo, luces y humo.

El padre Sebastián, más conocido como el "cura flogger", decidió acercarse a los jóvenes de la ciudad santafesina de Avellaneda con misas bolicheras, que ya son furor.

"Es parte de lo que tengo que hacer, que es llegar a todos. No nos podemos quedar de brazos cruzados esperando que los pibes vengan a la parroquia, sino que también hay que salir a buscarlos”, indica el padre, conocido como el "cura flogger" por su atuendo informal de jean y zapatillas y su peinado con flequillo al costado.

Hasta hace poco, el padre Sebastián, de 29 años, tenía un fotolog cuya cuenta era "cura_cheto", y así es como muchos chicos lo identifican, según contó a TN.

“Comunicamos la palabra de Dios, pero usamos otro formato. Una vez al mes, hacemos la misa en una cancha de fútbol y esta termina con una fiesta con luces, humo y todo lo demás”, relata Sebastián.

Para convocar a los jóvenes, el cura cuenta con “tarjeteros”, que salen a las calles a repartir invitaciones. “En la última fiesta participaron entre 800 y 1000 personas, la mayoría jóvenes”, cuenta el párroco.

“El Obispo está al tanto de esta movida joven y me dijo que le parece una propuesta creativa”, agregó.