Arturo Montecino (46) había desaparecido el pasado 2 de diciembre cuando, tras mantener una discusión con su esposa, decidió irse con sus amigos a tomar unas copas y dejó abandonado su auto con su celular adentro.
Su mujer y su hija se cansaron de llamarlo y al encontrar el auto vacío decidieron dar aviso a la Policía por desaparición. Mientras buscaban a Arturo, la Policía encontró un cadáver con características físicas similares a las del hombre.
Su familia fue citada el lunes 6 de diciembre para reconocer el cuerpo y tanto su mujer como su hija coincidieron en que se trataba de Montecino, debido a unas cicatrices en el antebrazo y en la zona del abdomen.
Pero luego del velatorio y el sepelio, el hombre apareció en su casa horas después de su entierro y causó una gran conmoción no sólo a su familia, sino también a todos sus vecinos de Neuquén, que ahora lo miran como si fuera un fantasma.
El insólito hecho ocurrió días atrás en la capital de Neuquén. "Todavía no puedo creer que me hayan velado y hasta me da vergüenza salir a la calle. Estoy asustado porque no entiendo cómo me puede haber pasado esto", dijo el propio Arturo.
Ante la Policía, el hombre dijo que tenía ganas de estar solo con sus amigos y que después de haber estado dando vueltas se hizo una casilla a la vera del río Limay donde estuvo un par de días hasta que decidió volver.
"Estaba muy rayado así que empecé a caminar y estuve tirado por el río", agregó Arturo