Un congresista de EE.UU. presenta un proyecto para tirar enanos contra paredes en la Florida.
Un legislador de Florida presentó esta semana un proyecto de ley para restablecer la práctica en centros nocturnos de "lanzar enanos" contra las paredes, informó hoy el diario The Palm Beach en su edición digital.
La iniciativa del congresista republicano Ritch Workman tiene como objetivo crear oportunidades de trabajo para ese colectivo mediante lo que el periódico califica de "primitivo y peligroso espectáculo de bar", que fue importado de Australia y que estuvo en auge brevemente en Florida antes de que fuera prohibido en 1989.
Workman dijo que está "en una misión para detectar y destruir las restricciones innecesarias a las libertades del pueblo. Este es un ejemplo de un Gobierno que actúa como el Gran Hermano", en referencia al personaje de la novela 1984 de George Orwell.
En qué consiste. El "espectáculo" consiste en lanzar a las personas, con protección en la cabeza, contra paredes, según el diario.
El congresista consideró que la prohibición lo que hace es impedir que algunos "enanos consigan trabajos que estarían felices de obtener. En esta economía, o en cualquier otra, ¿por qué queremos impedir a las personas conseguir empleos remunerados?".
Su proyecto de Ley es denominado "No dejemos atrás a ningún enano lanzado", según el periódico.
"Yo nunca obligaría a nadie a que acepte este tipo de empleo, ni pagaría para verlo. Creo que es estúpido y repulsivo. Pero no es de la incumbencia del Estado si alguien quiere hacerlo", añadió Workman.
El proyecto fue rechazado por el expresidente de las Personas Pequeñas de Estados Unidos Robert Van Etten, quien informó que con esa práctica la gente resultaba herida y la que se prestaba para el "espectáculo" era alcohólica con baja autoestima.
Para Van Etten, Florida daría un paso atrás si elimina la prohibición. "Esto es algo que saca lo peor de algunas personas y se enfoca en aquellos que son los más vulnerables", expresó.
David Dodge, director de esa organización en Florida, advirtió que es "alta" la posibilidad de que las personas queden paralizadas por esa práctica y utilizarlas como objetos de entretenimiento es "muy denigrante".